No todo fue como se espero, aunque el hombre era inteligente, su masa era bruta llenándolos tanto de miedo por lo que vivían haciendo una sangrienta guerra entre los Licords y los Hombres llegando al punto donde el clan tuvo que esconderse y esperando a que la luz de la esperanza brillara para ellos. La reina tenia un hombre como su mano derecha, también era su amigo y fiel compañero llamado Daytol. Pocos días antes de la reina, ella había dado a luz una hija muy hermosa que la llamo Ishi. Luego la reina murió dando el trono a Daytol, también dándole el mayor tesoro de ella que era su hija. Mientras los años pasaban Ishi se dio a notar por todos sus compañero pero no por ser agresiva, ser asesina o tener piedad con sus presas sino a ser tranquila y lo mas humana posible. Ella odiaba cazar, tener que matar para sobrevivir pero mas que todo no soportaba la idea de no poder acercarse a un humano por que Daytol temía a la extinción. "Comprensible pero inaceptable" decía Ishi mientras iba de salida a su caminata nocturna diaria.
Cuando ella salía, no era como sus compañeros que saltaban, viajaban de un lado a otro por los techo de cada hogar y montándose entre los muros para buscar alimento para ellos. Ishi no era así, ella simplemente caminaba sintiendo el dulce viento en su cara, dejando que el silencio la apoderara para que ella pudiera respirar y liberar su mente de todo lo que era pero esa noche no pudo ser la misma que las demás sino que mejor conociendo a Kiburi, un hombre honrado que amaba escribir y dibujar. Se conocieron por que Kiburi escribía sobre leyenda de arte magnífico pero nunca llegó a completar su ultimo libro: Alma de lobo.
Duraron varios meses conociéndose, viendo las maravillas del corazón que tenía para entregar mientras se sabía lo que realmente se sentía. Un día Ishi llevo a Kiburi a una torre, donde en la sima se encontraba unas estatuas de lobos creadas referentemente a la leyenda, pero esa ocasión no sería la misma.
-Por que siento que te escapas cuando estas conmigo?- pregunta Kiburi.
-No es tanto eso sino que contigo se sentir correctamente la vida y la entiendo a mi manera. Lo que menos deseos es ser obligada a lo que no quiero y contigo puedo ser libre de eso, mi familia quiere que yo sea la esperanza de su felicidad, la paz de sus corazones obligándome a realizar actos que no deseo...
-...lo se, se que se siente eso- dice Kiburi -a te te obliguen a seguir caminos que no quieres, que ni si quiera los pensabas pero hay están, siempre están. Déjame contarte algo de mi; MI padre era policía y ex-capitán de la fuerza armada. A el no le gustaba que yo dibujara, que escribiera o me dejara expresar como mi corazón lo deseaba. Me obligaba a defenderme y hasta me prometió que si intentaba huir, me mataría. Por eso me escapé de él , por eso no se nada de mi familia pero a lo que quiero llegar es que entiendo tu situación pero comprende que es tu vida, tienes solo una y todos estamos para hacer historia, nuestra historia.
Ella se dio de cuenta que la esperanza que tanto deseaba su corazón lo había encontrado con él pero tenia que decidir expresarse con la mente que sentía mientras el corazón lo escondía. Cuando el sol caía, un fuerte abrazo hizo sentir el cariño entre los dos pero cuando el sol dio su ultimo rayo de luz, un beso nace, donde conocen la victoria de un corazón y la condena de un error...
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