2.10.12

Escúchame...

En mi colegio donde estudio en las mañanas había una chica que se maquillaba bastante, su verdadera piel era tigreña pero por tanto polvo y base que se colocaba parecía blanca, demasiado blanca. Sus amigos, quiero decir compañeros, la querían por solo dos cosas, por desparche y por cuerpo nada mas. Esta chica tiene 15 años y su familia no es la gran cosa simplemente son como cualquiera que nosotros podemos conocer. La historia se trata mucho de ella pero no de los que la rodean o de un noviazgo ni nada por el estilo, sino simplemente se trata de ella misma.
La coordinadora del colegio le había llamado la atención varias veces por el mismo dilema; el maquillaje. Nadie sabia por que era así, por que se las daba de mucho cuando sabíamos perfectamente que es una persona mas que podemos conocer en nuestros alrededores. Como es que una chica que hasta ahora esta comenzando la vida y a entenderla correctamente crea que puede lucirse en cualquier lugar que valla si sabe que la van a mirar como siempre. Si me pongo a hablar de sus defectos llenaría mas de una hoja por el simple hecho de que todos los seres humanos siempre vemos el lado negativo de cada ser vivo que esta a nuestro alrededor pero, quien se ha tomado la molestia de hablar con ella?, quien ha intentado comprender por que es así?, quien es capas de decirle "Hola" sin juzgarla por lo que es ni por lo que tiene?. Tal vez nadie o simplemente lo han querido hacer todos pero por el miedo del ser humano no somos capases de hacer esos actos que nos pueden cambiar a nosotros o pueden cambiar a una persona.
Un día en el salón, la veo sentada y rodeada por todos sus compañeros pero no era la misma que siempre veía, esta vez era diferente. Su rostro no tenia casi maquillaje y lucia muy caída y sin ganas de hablar o algo por el estilo. En menos de lo que me imagine, llegó la profesora que nos mando a hacer una mesa redonda para realizar un proyecto que se conocía como "Escúchame y te escucharé", este proyecto trataba de invitar a alguien a que hable pero la idea era realizarla con compañeros totalmente diferentes, es decir, nada de hacer invitaciones a sus amigos de su grupo. A casi nadie le gusto la idea pero era obligatorio realizar esta actividad. 
Hice una carta dirigida a ella, pero como la profesora recogía eso y luego se los entregaba a los estudiantes que invitaban, simplemente escribí "de parte de un compañero que quiere escucharte". A mi me llegó una de un compañero que decía "solo quiero ganarme los puntos así que haga de cuenta que ya hablamos...", me reí irónicamente pero no le di importancia en absoluto. Cuando le entregaron a ella, quedo toda sorprendida pero al leer de quien era solo alzó su vista y miró quien podía ser ese chico. Miró a todos lo lados que se le ocurrían hasta que me vio y entendió que era yo. A la salida, ella me saludo y me pregunto- por que me enviaste esto?
-Lo vi como una oportunidad para escucharte. No es por nada pero he notado que no eres feliz con las personas que te rodean y me gustaría escuchar una historia interesante como la tuya-
me dio un beso en la mejilla y solo me respondió- Gracias.
Al día siguiente, ella había llegado muy apresurada y exhausta pero cuando quería seguir, la coordinadora la detuvo por el mismo problema de siempre; su maquillaje. Ella se puso a llorar y pidió que la escucharan pero la coordinadora lo negó. Yo pasaba por hay y vi lo que sucedía así que solo pedí permiso para saber como se encontraba la joven, al preguntarle que paso ella solo responde que poco antes de llegar al colegio, un hombre pervertido le toco la cola. Lamentablemente ella tenia falda así que se le facilito al hombre haber hecho ese acto de cobardía, por eso había llegado tarde y muy cansada. Yo le creí por que en sus ojos se notaba la verdad pero la coordinadora no dijo nada. Por suerte también había escuchado la rectora e inmediatamente me mando a llevarla al salón.
Antes de entrar, le sugerí limpiarse los ojos y arreglarse un poco antes de continuar, cuando ya había acabado le pregunte- estas bien?. Ella solo me afirma con la cabeza que sí. 
Quince días después, en un repaso de aquel proyecto que habíamos hecho antes note a la chica muy feliz y hasta me había saludado, fue extraño. Cuando la profesora le pregunto a ella que había escuchado y que pudo su compañero escuchar de ella, solo pudo responder- no escuche nada de el pero él si fue quien escucho a mi corazón y gracias a esa persona soy feliz por que toda en toda mi vida alguien me había preguntado como estaba y se preocupo por mi cuando mas lo necesitaba, le debo mucho a esa persona.
En ese instante aprendí a que los corazones de las personas son muy grandes pero por culpa de la sociedad, tenemos que ocultar esas cosas. 

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